Los beacons o balizas electrónicas son unos dispositivos que emiten permanentemente señales de Bluetooth de Baja Energía (BLE). Unas emisiones que pueden ser identificadas por otros dispositivos, como teléfonos móviles o tablets. Estas señales Bluetooth BLE que salen de los beacons son únicas para cada uno de ellos, estando asociadas a una ID fija y exclusiva.
Además, los beacons emiten a unas frecuencias que varían en función de cada modelo. En cuanto a su alcance, éste suele ser de unas decenas de metros, así que funcionan mejor a cortas distancias.
A todo esto… ¿Sabes realmente qué es el Bluetooth de Baja Energía? Al igual que su hermano más famoso, el Bluetooth tradicional, su finalidad es establecer comunicaciones inalámbricas entre dispositivos.
La principal diferencia radica en que el BLE, como su nombre indica, consume mucha menos energía. Esto le hace ser un recurso muy valioso para la creación de redes IoT e IIoT (Internet Industrial de las Cosas), prolongando considerablemente el tiempo de vida de los dispositivos beacons.
Los beacons son ampliamente utilizados para determinar el posicionamiento en entornos cerrados, lo que se conoce como Indoor Mapping.
Ahí, el Bluetooth de Baja Energía ha demostrado ser mucho más eficaz que otras tecnologías con los mismos fines, como el GPS, el Wi-Fi o la radiofrecuencia (RFID). Esto se debe a que es posible medir con más exactitud la distancia entre los dispositivos que reciben la señal BLE del beacon y el propio beacon.
Conocer la posición de personas y recursos materiales es muy útil en lugares públicos, como tiendas, y en entornos industriales, por mencionar algunos de los usos más comunes de estos sistemas.
Desde una perspectiva comercial, un beacon puede identificar en un local a un cliente cercano y, gracias a la aplicación instalada en su teléfono móvil, es capaz de enviarle mensajes personalizados, ofertas o cualquier otro tipo de información útil.
En las fábricas, el potencial de los beacons no es, ni mucho menos, menor. Gracias a ellos podemos determinar la posición de los trabajadores en cada momento. Pero no solamente podemos aplicarlo a personas, sino también a materias primas, piezas o productos concretos.
Aquí tenemos que hacer un inciso para dejar claro que el uso de los beacons es 100% respetuoso con la privacidad de los trabajadores. Estos no transmiten ningún tipo de información personal y siempre cumplen con las normas referentes a la protección de datos.
Esto ayuda enormemente a fijar la trazabilidad de los procesos que se llevan a cabo a diario. Se trata de una aplicación que ha cobrado especial interés con la situación sanitaria actual. Y es que monitorizando continuamente la ubicación de las personas, sabremos con quién ha estado en contacto.
Así evitaremos tener que cerrar toda la planta para evitar contagios, aislando exclusivamente a aquellos trabajadores que hayan estado próximos a la persona enferma.
Desde el punto de vista de la productividad en fábricas, los beacons permiten añadir la componente espacial a la asignación de tareas. De esta forma, se atribuirán trabajos a ciertos trabajadores en función de su localización, además de otros factores, como sus capacidades y su carga de trabajo.
También suponen una importante herramienta para el control de las entradas y salidas de los recintos, así como para el cálculo de los tiempos incurridos en cada tarea. Esto último es realmente práctico para la ya mencionada asignación de tareas.
Añadidamente a la mejora en la organización de los recursos humanos, los beacons permiten conocer mejor cada proceso que tiene lugar, lo que se traduce en una mejor toma de decisiones en la dirección de las operaciones.
A modo de resumen, los beacons nos ofrecen:
- Mayor productividad.
- Abre las puertas a la automatización de tareas.
- Ahorro de costes.
- Equipos mejor organizados, más satisfechos y motivados.
- Mayor seguridad para todos los miembros de la empresa.
- Cumplimiento más elevado de los estándares de calidad.
- Auditorías de calidad más sencillas de realizar.
Las aplicaciones especialmente desarrolladas para la gestión digital de las fábricas deben trabajar con beacons. Se trata de un paso fundamental para alcanzar la fábrica inteligente o smart factory.
Durante el funcionamiento de estas soluciones, los beacons son capaces de detectar acciones de negocio valiosas e integrarlas en el flujo de datos que serán procesados para ayudar a los gestores en sus obligaciones.
En Sixphere, pensando siempre en alcanzar las máximas cotas para nuestros clientes, llevamos años adoptando el uso de beacons en nuestras soluciones para la Industria 4.0. De hecho, forman parte esencial de la arquitectura de 5 capas de Polaris Industry:
- Iot & Proximity Layer.
- Core Layer.
- Business Services Layer.
- Data Engine.
- Smart Cloud Factory.
Concretamente, los beacons se encuentran en la primera de estas capas (Obvio, ¿no?). Este nivel se ubica en una posición intermedia entre lo físico y lo digital, ya que es el encargado de recoger la información que se genera.
Todo gracias a la sensorización de la planta o de parte de ella, en función de lo que haya marcado nuestra estrategia de digitalización que habremos diseñado previamente.
Los beacons van de la mano de conceptos como fábrica inteligente e Industria 4.0. Y es que la geolocalización es imprescindible para una administración realmente óptima de los recursos. ¿Quieres sacarles todo el provecho, pero no sabes cómo? Ha llegado el momento de que hablemos en profundidad y sin ningún compromiso. ¡Vamos a ello!
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