¿Qué es la comunicación M2M?
Para entender cómo es posible este traspaso de información de máquina a máquina del que hablamos, primero debemos conocer en qué consiste ese Machine to Machine o M2M.
El término M2M, ‘Machine-to-Machine’, “máquina a máquina” nació hace ya algunos años y se lleva empleando como tal en el sector de las telecomunicaciones desde hace más de una década.
La comunicación M2M inicialmente fue una conexión de uno-a-uno, sólo la vinculación de una máquina a otra. Actualmente, M2M hace referencia al intercambio de información o comunicación en forma de datos entre máquinas remotas.
El boom que estamos viviendo con la conectividad móvil, y las redes en general, ha hecho posible que los datos (casi cualquier tipo de dato) puedan transmitirse fácilmente, de forma casi instantánea, a través de los sistema de redes TCP/IP, lo que ha ampliado significativamente la gama de dispositivos y máquinas que se pueden incluir en estos sistemas.
Para que podamos hablar de un entorno M2M, éste debe contar con algunos elementos imprescindibles:
- Máquinas que se encarguen de la gestión de la información entre ellas.
- Dispositivos M2M que son los que se conectan a una máquina remota y dan comunicación al servidor.
- El propio servidor encargado de la gestión del envío y la recepción de la información.
- La red de comunicación ya sea por cable o por redes inalámbricas.
Las redes inalámbricas cada vez cobran un mayor protagonismo, estos módulos inalámbricos cada vez incorporan más características de mejora. Muestra de ello son los saltos de frecuencia (frequency-hopping), para evitar interferencias en emisiones de radiofrecuencia, o el código Java embebido para acelerar la navegación por Internet.
¿Machine to Machine” o “Internet of Things”? Algunas diferencias
Puede ser que, llegados a este punto, podamos confundir algunos términos tecnológicos de los que hablábamos antes. Machine to Machine (M2M) e Internet of Things (IoT) son dos conceptos que, aunque tienen una correlación prácticamente directa y que no se entienden el uno sin el otro, no son lo mismo.
Para definir lo que es el “IoT” podemos utilizar la definición de Mc Kinsey, que lo explica como “el conjunto de sensores y actuadores incorporados en objetos físicos que están vinculados a través de redes cableadas e inalámbricas, a menudo utilizando el protocolo TCP-IP para conectarse a Internet.«
Así que, teniendo en cuenta esta definición, podríamos entender que la diferencia radica en que el M2M es capaz de recabar y procesar información crítica de las máquinas de forma remota y, por otro lado, la interconexión de todos los objetos y dispositivos inteligentes, junto al M2M y la interacción social que estos tienen conectando el mundo físico y digital, sería el Internet of Things (IoT).
Por eso, aunque vemos que tienen significados distintos, son dos términos que no se entienden separados ya que la interconectividad digital que necesitan los dispositivos y objetos IoT con Internet, viene proporcionada por los recursos de red del M2M.
M2M e Industria 4.0
Todo este conjunto de tecnologías interconectadas está dando como resultado nuevos conceptos y nuevas formas de conexión e interacción dentro de la propia sociedad. Esto a su vez nos lleva a nuevas estructuras y formas de organización, no sólo a nivel humano, sino también a nivel empresarial.
El concepto de la Smart Factory se ha convertido en mucho más que una solución M2M tanto para las grandes fábricas como para las PYMES. Y es que aún no somos capaces de llegar a ver todo el potencial que tiene el hecho de poder interconectar toda la maquinaria y los procesos de producción de una empresa, a través de una red privada, mientras lo controlamos todo desde, por ejemplo, nuestra propia casa.
Coches autónomos que no necesitan de conductor, y que conocen el camino a casa; robots que ponemos en marcha desde el móvil mientras estamos en la oficina para que vaya limpiando el suelo del salón; asistentes de hogar que nos informan sobre el tiempo que va a hacer durante el día; aplicaciones conectadas a sensores que te notifican si alguien ha entrado en la fábrica; maquinaria industrial que comienza a funcionar teniendo en cuenta un email que le llega con los datos de la producción… etc. Todo lo que nos imaginemos, y aún lo que todavía no somos capaces de imaginar, va a ser posible gracias a esta combinación tecnológica del “Machine to Machine” y el “Internet of Things”.
Lo realmente asombroso de esta conjunción es la capacidad que proporciona para poder unir procesos industriales de envergadura con la “sencillez” de un simple click en la pantalla de un smartphone. La interconexión digital de objetos cotidianos con Internet nos abre un sinfín de posibilidades que, en el mundo empresarial, se traduce en mejoras de procesos y aumento de la productividad, no ya sólo en cantidad, sino también en algo más valioso hoy día: la reducción de tiempos.
Interconectar los elementos de una empresa, convertirla en una Smart Factory o Industria 4.0, es algo que día a día resulta más sencillo gracias al desarrollo e innovación que se está llevando a cabo con la creación de productos como, por ejemplo, Polaris. El tiempo de inversión que requiere su implantación supone una ínfima parte en comparación con el beneficio que se obtiene cuando se comienza a trabajar con este entorno conectado.
Aún nos queda tiempo para ver coches voladores y más avances que ni hemos visto en ninguna peli, ni somos capaces de imaginar, pero las Smart Factories y la Industria 4.0 han llegado para quedarse. Y todo no podría haber sido posible sin la tecnología “Machine to Machine”, que podemos considerar como el padre del IoT y, por consiguiente, de nuestro amado IIoT. ¡Cómo para no estarle agradecido!
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